El agua termal de Caldelas reúne las características ideales para cuidar el cuerpo y la mente, en una experiencia única y en un espacio envolvente.
El gran elemento diferenciador del Balneario son las características de sus aguas. Un agua mineral natural, comúnmente conocida como agua termal, tiene propiedades terapéuticas con efectos favorables para la salud debido a las particularidades de su composición fisicoquímica. Este tipo de agua es bacteriológicamente pura, circula a gran profundidad y su composición química es estable. La pureza bacteriológica se garantiza mediante control analítico en las diferentes captaciones, toda la circulación se realiza en tuberías de acero inoxidable con soldaduras lisas para evitar la acumulación de impurezas y toda el agua consumida por los captadores sigue un riguroso programa de análisis coordinado por la Dirección General. de salud.
La rica composición química del agua termal se debe a su circulación subterránea a gran profundidad y a una velocidad muy lenta, normalmente del orden de unos pocos metros por año. El agua reacciona con el medio y absorbe elementos de las rocas, provocando una evolución en su composición físico-química. Son estos elementos los que confieren propiedades terapéuticas a las aguas minerales naturales y son la base de la actividad termal. Las potencialidades de las aguas de Caldelas, ya utilizadas por los romanos, fueron analizadas por Charles Lepierre en 1921, quien las consideró un “tipo único e inconfundible entre todas las aguas medicinales”.
MINERALIZACIÓN TOTAL
pH
TEMPERATURA
CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA
TEMPERATURA EMERG.
TIPO DE AGUA
COMPOSICIÓN PRINCIPAL
COMPOSICIÓN SECUNDARIA
MINERALIZACIÓN
La caracterización única y diferenciadora del agua de Termas de Caldelas, Bicarbonatada Cálcica-Sódica, Fluorada y con mineralización hiposalina, ofrece beneficios para la salud que cubren una variedad de afecciones.
Descubre los beneficios terapéuticos de esta agua tan especial, apreciada desde hace siglos en busca del cuidado natural de la salud.
Eczema atópico y crónico, acné, psoriasis y dermatitis.
Ansiedad, depresión, estrés.
Síndrome hemorroidal, insuficiencias vasculares periféricas.
Procesos exudativos, trofeo posmenopáusico.
Diabetes, hiperuricemia.
Síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn, estreñimiento, dispepsia, discinesia
Osteoartritis, artritis reumática, artritis gotosa, fibromialgia